Iñakiren bizipena/ La experiencia de Iñaki
"El último día que trabajé en LM Village me hicieron un maravilloso regalo"
El último día que trabajé en el campo de refugiados de LM Village me hicieron un maravilloso regalo. Una niña de 10 años había tenido un día muy difícil, su familia había tenido que decidir entre quedarse en el campo o trasladarse a un apartamento compartido de forma permanente a Atenas. Esa última tarde, me tocaba cuidar de la biblioteca que tiene schoolbox y ella no estaba por la labor de ayudarme, necesitaba la atención de alguien y haría cualquier cosa por distraerse de algo que le afectaba tantísimo.
“Me separaré de mis amigas, no volveré a verlas, quiero conocer Atenas, no quiero seguir en LM Village…”
De estar moviendo todos los libros, entrando y saliendo, pasa a decirme que quiere leerme un cuento. Yo, escéptico al principio, empiezo a escuchar su cuento de la caperucita roja, leído en Árabe y traducida a su manera al Inglés, y poco a poco veo como me voy quedando prendado por la historia que tan bien conozco. Al terminar de leer deja el libro en su sitio y se marcha donde su familia. Atesoro este momento como algo mágico, me demuestra lo fuertes que pueden llegar a ser siendo tan pequeños.
Todos los niños en el campo, han sufrido alguna pérdida y han tenido experiencias traumáticas en el pasado. Pero todos los días ves que hay fronteras que no se resisten a la vida. En el campo, la amistad, el amor, tienen lugar; las despedidas y los reencuentros ganan intensidad. Los niños con su imaginación pueden, a veces, romper con las penosas condiciones que el gobierno griego dota a estos campos.
Gracias a que he colaborado como voluntario con la organización “The Schoolbox Project” he podido conocer como pequeñas organizaciones como esta marcan la diferencia, día a día, en toda Grecia. Schoolbox busca crear espacios que aportan seguridad, confianza y una rutina en la que los niños se sientan bien en el presente. Va más allá de dar asistencia en su educación.
Al final del día, al final de mi experiencia allí, siento una enorme gratitud.
Hacia todo el equipo de voluntarios que hemos trabajado estando alli.
Hacia los niños y sus familias, por todo el cariño que son capaces de regalar en los mejores momentos. Espero contagiar estas ganas de cambiar desde las cosas pequeñas. Ánimo a quien cree estar preparado a sumarse a este enorme trabajo.
Dejo mi contacto para quien quiera ayuda contactando con schoolbox: akiagabe@gmail.com